Editorial

Recientemente hemos recibido la noticia que el XXII Congreso Internacional de Derecho Registral IPRA-CINDER se ha postergado para el año 2022 y que según las condiciones y evolución de la pandemia, se espera poder realizarlo durante el primer semestre de ese año. Otros estragos que ha provocado el virus han sido la postergación de procesos electorales, como ocurrió el año pasado y ahora la posposición de las elecciones de abril para elegir a Gobernadores Regionales, Convencionales Constituyentes, Alcaldes y Concejales, la cual se fijó para el 15 y 16 de mayo. Relativo a lo anterior, si bien se adoptaron medidas excepcionales como es realizar, por primera vez, las elecciones durante dos días (sábado 10 y domingo 11), fue insuficiente debido al avance de la propagación del coronavirus luego del período estival y la alta saturación del sistema hospitalario para atender a los enfermos más graves. También surge la interrogante de lo que podría ocurrir con la diseminación del virus producto de la movilidad de los votantes y de las personas que desarrollan el proceso eleccionario, entre ellos las juntas electorales y sus delegados, muchos aún sin vacunación o sólo con una primera dosis. Las situaciones que se han postergado o que están en la nebulosa son tantas que sería un largo proceso enumerarlas. Sin embargo, muchas han provocado una sensación de incertidumbre que tiene al país y al mundo en un letargo que no permite proyecciones a corto, mediano o largo plazo. Actualmente, la gran mayoría ven en aforismos, su actual realidad. Tal vez los que más representan la actualidad son aquellos que dicen: A cada día su afán y vivir el día a día. Dicho todo lo anterior, esperemos que el avance de la vacunación a nivel mundial, la conducta y conciencia de los ciudadanos más las correctas decisiones de los gobernantes permitan más temprano que tarde volver a la anhelada normalidad.